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El rápido avance de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación actuales hacen que todos los agentes de la sociedad quieran estar pendientes de todo lo que sucede, no solo a nivel local, sino también a nivel regional, nacional e internacional, creando una especie de fanatismo por todo lo relacionado con estas tecnologías, y originando al mismo tiempo un cierto sentido de impersonalidad en la comunicación entre los seres humanos, ya que es más importante que alguien envíe un mensaje de texto al celular o un comentario en Facebook o Twitter que recibir un saludo de otra persona en la calle. Asimismo, estas nuevas tecnologías también hacen que la sociedad de hoy, especialmente los jóvenes quienes son más fáciles de influenciar, estén sometidos a una cantidad inmensa de información de todo tipo, algo a lo que se le conoce como hiperestimulación, donde dicha información no es clasificada ni analizada para saber si son contenidos positivos para el desarrollo y la formación integral de los jóvenes, o por el contrario dichos temas puedan contribuir a disminuir los valores que tengan, por lo que se hace necesario que los maestros acudan a estrategias que unan estos dos factores, el gusto de los adolescentes por las nuevas tecnologías así como fomentar en ellos un comportamiento con valores como el respeto y la responsabilidad, los cuales contribuirán en su formación como ciudadanos y ciudadanas integrales comprometidos con el mejoramiento de sus entornos.